Que tonta que fui, que tarde caí, cómo me mentiste, cómo te creí. Parece que es, fácil para ti, hacerle a cualquiera lo mismo que a mí.
Me hiciste pensar, que me ibas a amar, que me adorarías y ahora te vas. Pedirás hablar, te disculparás, llorarás un poco y te marcharás.
Yo voy a decir que no, que no te disculpes, no ves que me humilla que me pidas de rodillas : “Por favor”.
Comprendo que tu juego, cubrirte tras un velo provoca sensación ambigua en mi, hazme un favor ahora, si nos es verdad no llores, al menos se algo honesto en el final. Si estas hablando en serio, prefiero que te apures quedemos en no vernos pero ya, no puedo soportarlo al fin me estas dejando, quisiera irme antes de llorar.
Conversar asi me pone muy mal, nos miro de afuera, me salgo de mi. Y mientras los dos hablamos de mas, empiezo a olvidarte y empiezo a pensar: que triste se ve, que poco cordial, que te hagas el mártir que quieras hablar; de que en realidad no es que no me amas pero la mentira de te cansa de más.
Comprendo que tu juego, cubrirte tras un velo provoca sensación ambigua en mi, hazme un favor ahora, si nos es verdad no llores, al menos se algo honesto en el final. Si estas hablando en serio, prefiero que te apures quedemos en no vernos pero ya, no puedo soportarlo al fin me estas dejando, quisiera irme antes de llorar.
Por favor, debí suponerlo yo, de tarde cuando me llamaste, sentí que me dejarías hoy. Pero no, no es hoy la primera vez, hace ya bastante tiempo que espero que llegue este momento. ¿Sabes que? No voy a dejarte ir, no voy a dejar que todo resulte tan fácil para ti. Trataré besarte antes de partir, haciendo lo de tu pelo y acercándote hacia mi.
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